marți, 25 mai 2021

Una pareja del pueblo de Slobozia Mare, en el distrito de Cahul, convirtió su pasión por los caballos en un negocio exitoso

A 160 kilómetros de la capital, después de un viaje de dos horas y media, en el pueblo de Slobozia Mare, distrito de Cahul, se puede descubrir un lugar encantador, donde es posible montar a caballo y pasar tiempo en la naturaleza lejos de las multitudes de la ciudad. Y esto se debe a una familia joven que regresó a casa después de muchos años de trabajar en el extranjero.

La pareja, Lorina y Artur Neagu, movidos por la pasión por la equitación, crearon un centro ecuestre, donde los interesados ​​tienen la oportunidad de dar un paseo a caballo por las orillas del lago Beleu, el edén de peces, aves y plantas acuáticas.

Artur Neagu nació y se crió en el pueblo de Slobozia Mare, en el distrito de Cahul. Al estar rodeado de caballos cuando era niño, a medida que crecía, el hombre comenzó a desarrollar su pasión por estos nobles animales, que, por un tiempo, fueron olvidados.


„Tengo la pasión por los caballos desde que era niño, la he heredado, creo, desde que tenía la idea de mi hijo. Mi padre siempre tuvo caballos y crecí con ellos hasta los 18 años, cuando tuve que irme de casa. Después de eso dejé, por así decirlo, mi actividad con los caballos. Cambié a caballos de fuerza, motores, autos. Y después de eso, volví a los caballos”, dice Artur Neagu.


El estado de pandemia establecido en los países europeos, convenció a la joven familia de regresar a su tierra natal, después de muchos años en el extranjero. Y para pasar tiempo con su familia, Artur organizó para su esposa, paseos a caballo en la naturaleza. Así empezó la aventura.


„No comencé con la idea de hacer negocios. La idea era que yo venía de donde vengo, de las carreteras, de donde voy al exterior, para volver a casa a montar a caballo, a relajarme. Y así me uní a la pasión con varios chicos y lo hice. Dejamos más con 4-5 caballos. Salimos todo el día, después venimos a hacer una comida, un cordero, un pescado frito y así va el fin de semana”, dice el empresario.


Una simple pasión que Artur tenía por los caballos se ha convertido en un negocio y ahora el joven se prepara para la temporada turística.

„La gente empezó a apreciar esto con los caballos y dijeron que también querían pasear. Amigos, conocidos y colegas y así sucesivamente, por así decirlo, la broma se ha espesado. Ahora qué hacer, tenemos que prepararnos desde el punto de vista turístico, para eso nos permite amortizar los gastos que tenemos”, menciona Artur Neagu.


La pareja quieren ofrecer, tanto a adultos, como a niños, una forma de volver a un ritmo de vida más cercano al de la naturaleza, un espacio donde la agitación y la ansiedad puedan ser reemplazadas por emociones positivas y autoconfianza, promoviendo una proyección hacia el futuro.


El artículo fue escrito por el periódico distrital del distrito de Cahul, Ziua de Azi, Ziua de Azi.


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