joi, 29 aprilie 2021

On Maundy Thursday, the housewives make Pasca – a symbolic element of the Easter holidays

Pasca is more than a traditional product, it is a true cosmogonic symbol of the world. Each element of this special bread, which defines the Easter meal, has a profound symbolic explanation, unlike cake, which is rather a dessert. Pasca is more than a traditional product, it is a true cosmogonic symbol of the world. Each element of this special bread, which defines the Easter meal, has a profound symbolic explanation, unlike cozonac, which is rather a dessert, said for IPN Raisa Osadci, ethnologist, scientific researcher, Institute of Cultural Heritage.


Traditional cheese Pasca has its roots deep in the past. „We also have information in the Old Testament about the ancient Passover, the Passover to the Jews, which contained only water, flour, and salt. We find the same information about our ancestor, whose dough contained only water, flour and salt”, mentioned Raisa Osadci.


Passed down from generation to generation, Pasca is still one of the most important elements of the Easter holidays. Pasca in the North and Center of Moldova, both on the left and right of the Prut, has a classic shape. „It contains a circular cake, on the edges of which is placed a coil, usually of two vines. In the middle is placed across, which joins the edges of this circle, and the spaces formed are completed with cow's cheese, egg and salt”, says the scientific researcher.


Pasca is traditionally baked on Maundy Thursday, the day "the heavens open” and is full of symbolic content in the Easter Cycle. „Every circle is a symbol of divinity because we believe that from divinity the worlds were made. Thus, Pasca is also a cosmogonic symbol of the world and that vine put around like a wreath signifies the adherence to divinity. The sign of the cross in the middle is a sign taken from Christianity and signifies the place of intersection where the divinity is. And the branches of this cross indicate the rotation of the world, being the simplest formula of the rosette”, mentioned Raisa Osadci.


According to the ethnologist, in the middle of the rosette would be the divinity, which moves the worlds and can move the worlds from one state to another. „Exactly at Easter, it is considered that on Maundy Thursday the heavens open and close only at Pentecost. That is, it would be a space of time when the rigidity between states is overcome. And then, the dead are invited to come to this world and Easter is made a feast for them”, said Raisa Osadci.


And cheese is an indispensable element. „Cheese is a dairy product, and milk is one of the most important foods, along with honey and wheat. In our mythology, this is the product that ensures the resurrection.” Even salt has a symbolic explanation. „It is a product that contains crystals, high energies and has a purifying effect. And the egg, which has multiple mythological valences, is a symbol of the worlds, which have in the centre the yolk – divinity and other coverings, which show the structure of the world”, Raisa Osadci also said.


But there are also areas where Pasca has taken other forms. In some localities in the north of Moldova, but also in Bucovina, a square Pasca is made, with saltier cheese, but with the same symbolic load, „4” is the number of fulfilment. And in the southern part of Bessarabia, on Easter night, people go to church and take holy bread. "The tradition comes from the Soviet period when the churches were closed, a few men went to a locality where there was a church and brought holy bread for the whole locality,” says Raisa Osadci.


And the cake, sweet baking with nuts or raisins, has made its place on the Pasca table in time, but according to the ethnologist, it has less symbolic value. „At Easter, the cake was made in a small bowl or cup, but it was not a specific shape, but only a convenient one to be given as alms, especially to children.”


However, there are countries where the cake has become a traditional Easter bakery, such as Romania and Bulgaria. A similar cake is Colomba Pasquale, a cake specific to the Easter holiday in Italy. In Greece, there is a round bread with mayo, called Artos, which is baked on the first day of Easter. And Ethiopians eat Easter bread, sweetened with honey, throughout the Easter holidays. Or, according to the researcher, similar traditions can be found from one corner of the world to another, because we all once had the same origins.


The article was written by the IPN News Agency and published on 29.04.2021.

En el Jueves Santo, las amas de casa hornean la Pascua, un elemento simbólico de las fiestas de Pascua

La Pascua es más que un producto tradicional, representa un verdadero símbolo cosmogónico del mundo. Cada elemento de este pan especial, que define la comida de Pascua, tiene una profunda explicación simbólica, a diferencia del pastel y del cozonac, que son más bien, postres, como señala para IPN Raisa Osadci, etnóloga, investigadora científica del Instituto de Patrimonio Cultural. La Pascua, por lo tanto, como señalado, va mucho más allá de un simple resultado de un fenómeno tradicional, represetando un profundo y auténtico bastión metafísico cultural.


El queso tradicional de Pascua tiene sus raíces profundas en el pasado. „También tenemos información en el Antiguo Testamento sobre la antigua Pascua, la para los judíos, que solo contenía agua, harina y sal. Encontramos exactamente la misma información sobre nuestro antepasado, cuya masa solo contenía agua, harina y sal”, mencionó Raisa Osadci.

Pasada de generación en generación, la Semana Santa, sigue siendo uno de los elementos más importantes de las vacaciones de Semana Santa. La Pascua en el norte y centro de Moldavia, tanto a la izquierda, como a la derecha del Prut, tiene una forma clásica. „Contiene una torta circular, en cuyos bordes se coloca una bobina, generalmente de dos enredaderas. En el medio, se coloca una cruz, que une los bordes de este círculo y los espacios formados se completan con queso de vaca, huevo y sal”, dice el investigador científico.

La Pascua se hornea tradicionalmente el Jueves Santo, el día en que „los cielos se abren„ y está llena de contenido simbólico en el Ciclo de Pascua. „Cada círculo representa un símbolo de divinidad, porque creemos que de la divinidad se hicieron los mundos. Por lo tanto, la Pascua consiste también, un símbolo cosmogónico del mundo y esa enredadera colocada como una corona significa la adhesión a la divinidad. El signo de la cruz en el medio es un signo tomado del cristianismo y significa el lugar de intersección donde está la divinidad. Y, las ramas de esta cruz, indican la rotación del mundo, siendo la fórmula más simple de la roseta”, mencionó Raisa Osadci.


Según el etnólogo, en medio de la roseta, estaría la divinidad, que mueve los mundos y tiene la capacidad de mover los mundos de un estado a otro. „Exactamente en Pascua, se considera que, el Jueves Santo, los cielos se abren y se cierran solo en Pentecostés. Es decir, sería un espacio de tiempo en el que, se supera la rigidez entre estados. Y luego, se invita a los muertos a venir a este mundo y la Pascua se convierte en una fiesta para ellos”, dijo Raisa Osadci.


Y el queso es un elemento indispensable. „El queso es un producto lácteo y la leche es uno de los alimentos más importantes, junto con la miel y el trigo. En nuestra mitología, este es el producto que asegura la resurrección". Incluso la sal tiene una explicación simbólica. „Es un producto que contiene cristales, de altas energías y tiene un efecto depurativo. Y el huevo, que tiene múltiples valencias mitológicas, es un símbolo de los mundos, que tiene en el centro la yema, divinidad y otros revestimientos, que muestran la estructura del mundo”, dijo Raisa Osadci.

Pero también hay zonas donde la Pascua ha tomado otras formas. En algunas localidades del norte de Moldavia, pero también en Bucovina y en Maramures, se hace una Semana Santa cuadrada, con queso más salado, pero con la misma carga simbólica, siendo „4”, el número de cumplimiento. Y, en la parte sur de Besarabia, en la región histórica rumana conocida como Bugeac, en la noche de Pascua, la gente va a la iglesia y toma pan sagrado. „La tradición viene de la época soviética, cuando las iglesias estaban cerradas, algunos hombres fueron a una localidad donde había una iglesia y trajeron pan sagrado para toda la localidad”, dice Raisa Osadci.

Y el bizcocho, un dulce horneado con nueces o pasas, se ha hecho con el tiempo su lugar en la mesa de Pascua, pero según el etnólogo, tiene menos valor simbólico. „En Pascua, el pastel se hacía en un tazón o taza pequeña, pero no tenía una forma específica, sino sólo una conveniente para dar como limosna, especialmente a los niños”.

Sin embargo, hay países donde el pastel se ha convertido en una panadería tradicional de Pascua, como Rumania y Bulgaria, dos de las más clásicas y representativas naciones del este europeo, bañadas por el Mar Negro. Un pastel similar es Colomba Pasquale, un emblemático dulce específico para las vacaciones de Pascua en Italia. En Grecia, hay un pan redondo con mayonesa, llamado Artos, que se hornea el primer día de Pascua. Y los etíopes comen pan de Pascua, endulzado con miel, durante las vacaciones de Pascua. O, según el investigador, se pueden encontrar tradiciones similares de un rincón del mundo a otro, porque todos tuvimos alguna vez los mismos orígenes.

El artículo fue escrito por la Agencia de Noticias IPN y publicado el 29.04.2021.

Corbu - the village that distributes bread and books

On a sunny November day, we stop in the village of Corbu, located 3 km away from the town of Donduseni.



We are greeted on the way by the monument symbol at the entrance to the village, which reads the year 1673 - the date of the first documentary mention.

The name Corbu was not given by chance. The intelligence and courage that the crows have shown over time have created many legends around them, one of which I learned, later, from the native Grigore Mititiuc.


According to the legend, on Valea Corbilor, a zone from the geographical area of the village passed the main commercial line between Iași and Moghilău, where carriages with hikers and goods stopped at the springs next to a grove of oaks carrying herds of crows. Some travellers would have stayed to make their homes for crows, hence the name of the village. The name Corbu was not given by chance. The intelligence and courage that the crows have shown over time have created many legends around them, one of which I learned, later, from the native Grigore Mititiuc.

Gigore Mititiuc, in the yard of the High School where he worked for over 40 years

Countless cars pass on the road that runs through the town, including large trucks, which remind us that this road is an international route.

The village of Corbu is located in the east-west direction in the valley of the Corbi brook, which flows near the village of Plop, in the Cubolta river. To the northeast, Corbu borders Climăuți, to the east with Plop, to the southeast with the district center of Dondușeni, to the southwest with the village of Rediul Mare, to the west with Pivniceni, and to the north with Cernoleuca.


In the centre of the settlement is the Church dedicated to „Saint Parascheva”.





A carpet of golden leaves, fallen from the old trees that guard the yard, lies down to the threshold, creating a charming combination with the green colour of the wooden church - an architectural monument built-in 1902.

In the register of monuments of the Republic of Moldova, are inscribed the Monument in memory of the soldiers of the country, fallen in the wars of 1941-1945; 1973, Monument in memory of the victims of repression (1940-1950; 1991) and three mounds.

In the register of monuments of the Republic of Moldova, are inscribed the Monument in memory of the soldiers of the country, fallen in the wars of 1941-1945; 1973, Monument in memory of the victims of repression (1940-1950; 1991) and three mounds.

Heroes Monument in front of the „Oleg Pupeza” Gymnasium

Monument in memory of the villagers who died during the famine of 1946-47

Corbu was and is a well-known locality in the north of the Republic of Moldova and throughout the country. A special reputation was created for him through the High School where thousands of young people have studied in the last 115 years, as well as due to the notorious personalities who took flight from here.

The village also made a name for itself through sports. Not in vain even on the day of our visit, on the sports field next to the school there was a football match between the Floresti and Donduseni teams, within the district tournament.

„In Corbu village there is the best sports stadium in the whole district”, says the senior coach of the Dondușeni Sports School, the native Anatolie Cordulean. „Let me show you something else!”, He urges us, leading us to the building of the former farmhouse, transformed with the support of the mayor's office into a beautiful sports hall, with equipment for winter training. „We did not allow this place to be destroyed. Here come the sports teams from Târnova, Țaul, Cernoleuca, Moșana, Dondușeni.”

Coach Anatolie Cordulean




Not far from the land, a newly installed playground rises like a clearing, and a country road leads to the park with rare species of trees, planted by some nobles a century ago.

Careful households attract attention. I met Mr. Serghei Ceban, a dental technician by profession, together with his niece Anișoara, at the gate of her house built in the '80s, with vines covering the welcoming yard. „The people from Corbu village are thrifty and care about their village”, he says, and we, agreeing, can add the pleasant impression of being met here by good, temperate and hospitable people.


The raven in the library

I gladly entered one of the three libraries of Corbu village. A stuffed raven perched on the bookshelf. Here is the symbol of the village!


I have heard about Mrs Natalia Coțofana, principal librarian, through campaigns to promote reading, soul meetings and other cultural activities she organizes. Mrs Natalia was happy to talk about the collaboration with the institutions in the village, with the students and teachers from the „Oleg Pupeza” Gymnasium, with the Vocational School, the „Andrieș” Kindergarten and the City Hall.


She spoke with great respect about Mrs Natalia Pupeza-Dobrovolischaia, a teacher of many generations of students - „Mrs Natalia is the „spiritual sponsor” of the public library in the village of Corbu. She founded SMB "Stories, stories with the scent of memories”, she wrote numerous articles about teachers and students, about mothers and daughters, about flowers and birds, about the parental home and many other beautiful things.”

Natalia Coțofana, principal librarian

He knows well the problems of the locality and even if the position of mayor is not easy, he makes every effort to contribute to the development of the village. Being a young mayor, he wants to contribute to maintaining the lively spirit of the village, by creating favourable conditions in the community for all ages.

Victorin Slipenchi, the mayor

„There are many problems that need to be solved,” said the mayor. Depending on the financial sources, we will solve them one by one. We are glad that we will soon put the aqueduct into operation. We plan to make a new sidewalk from one end of the village to the other. We will increase the area of the cemetery, because there are no more places. Another important project we are working on is the renovation of the stadium.

„I enjoy an open collaboration with the villagers. People are hardworking, caring and thank them for their efforts in building their future at home.”


From the history of the village

From the history books, we find out that the initial name of Corbu village was Siliștea Andreișeni. Through a deed signed on April 12, 1620, by Gaspar Voală, the settlement was given to Costea Busuioc. In 1673 the locality was inherited by the landlady Ruxandra, the niece of Costea Busuioc. In 1749 the first wooden church was built.

In 1825–1853 the town became the property of the boyar Brăescu. During this time, 16 families from Hotin and 59 families from Secureni come and settle. From Corbu, 20 families leave for Ţarigrad Valley. In 1879 in the village of Corbu from Voloștea Climăuți, the Parish School was founded, which had 8 students and a teacher - Simion Davidcenco. In 1904 Corbu, a village in Soroca County, located in a ravine of the Corbului Valley, is part of Volostea Climăuți, has 222 houses, 1,119 souls.

The nephew of the boyar Brăescu, Constantin Brăescu was born on January 21, 1873, in the village of Corbu, became Minister of War and Navy, the first general of the Democratic Republic of Moldova, manifesting himself as a patriot of the nation after the outbreak in Bessarabia of socio-political events in 1917-1918.

Constantin Brăescu


Of the 250 men of the village sent to the front in World War II, 46 fell in battle. During the deportations in the summer of 1949, 97 people were exiled to Siberia from the village of Corbu. In the years 1949–1950, the kolkhoz was organized in the village.

[The kolkhoz was a form of collective labour in Soviet agriculture and existed alongside state farms (sovkhozes). The word is an abbreviation of the phrase „collective household”. In the kolkhoz, the member called „kolkhoz / colhoznița” (колхо́зник / колхо́зница), received as payment for work a part of the farm's products, corresponding to the number of working days. Unlike the kolkhoz worker, the sovkhoz worker received his salary in cash, not in kind. The kolkhozes were also allowed to own about half a hectare of land and a few domestic animals. The Soviet peasants were satisfied that they received at least the lot in use, which provided most of their income.]

At the beginning, there were two: „Biruința” and „Miciurin”. At the end of the 1950s, the kolkhozes united and, together with the kolkhoz in the village of Pivniceni, formed a mixed household for growing and producing fodder, led, for the longest time, by President Stanislav Maznic. The main branches of the household were the growth and production of beef, the growth of sugar beet, tobacco, sunflower, fruit growing and vegetable growing, with high economic indices, were often highlighted in the republic.

On January 1, 1989, 2,424 inhabitants lived in Corbu village, and on January 1, 2002, 1,897 people lived in the village. Currently, the village of Corbu has 1,200 inhabitants, most of them natives.

Of course, in two pages of the newspaper, not all the wonderful moments and the brave people of the village can fit, but leaving the tab unfinished, we urge the villagers to send to Ziarul Nostru the most interesting stories from their home. 









The article was written by Ludmila Talmazan for newspaper Ziarul Nostru.



Corbu - el pueblo que distribuye pan y libros

En un soleado día de noviembre, paramos en el pueblo de Corbu, ubicado a 3 km de la ciduad de Donduseni.


En el camino nos recibe el símbolo-monumento a la entrada del pueblo, señalando al año 1673, como la fecha de la primera mención documental.

El nombre Corbu no se le dio por casualidad. La inteligencia y el coraje que los cuervos de ese pueblo han demostrado, a lo largo del tiempo, ha creado muchas leyendas a su alrededor, una de ellas la supe, más tarde, por el nativo Grigore Mititiuc.

Según la leyenda, en Valea Corbilor, un area de la zona geográfica del pueblo, pasaba la principal línea comercial entre Iași y Moghilău, donde carruajes con excursionistas y mercancías se detenían en los manantiales junto a un bosque de robles que transportaban rebaños de cuervos. Algunos viajeros se habrían quedado para hacer sus hogares para los cuervos, de ahí el nombre del pueblo.

Gigore Mititiuc, en el patio de la Escuela Profesional donde trabajó durante más de 40 años

Por la carretera que atraviesa el pueblo pasan innumerables coches, incluidos grandes camiones, que recuerdan que esta vía es una ruta internacional.


En el centro del pueblo se encuentra la Iglesia dedicada a „Santa Parascheva”.





Una alfombra de hojas doradas, caídas de los viejos árboles que protegen el patio, se extiende hasta el umbral, creando una combinación encantadora con el color verde de la iglesia de madera, un monumento arquitectónico construido en 1902.

En el registro de monumentos de la República de Moldavia, está inscrito el Monumento en memoria de los soldados del país, caídos en las guerras de 1941-1945; 1973, Monumento en memoria de las víctimas de la represión (1940-1950; 1991) y tres montículos.

El monumento a los Héroes frente al Gimnasio „Oleg Pupeza”

Monumento en memoria de los aldeanos que murieron durante la hambruna de 1946-47

Corbu fue y es una localidad conocida en el norte de la República de Moldavia y en todo el país. Se le ha creado una especial reputación, a través de la Escuela Profecional donde han estudiado miles de jóvenes en los últimos 115 años, así como, por las personalidades notorias que huyeron de aquí.

El pueblo también se ha hecho un nombre a través del deporte. No en vano, incluso el día de nuestra visita, en el campo deportivo contiguo al colegio, se celebró un partido de fútbol entre los equipos Floresti y Donduseni, dentro del torneo distrital.


„En el pueblo de Corbu hay el mejor estadio deportivo de todo el distrito”, dice el entrenador principal de la Escuela de Deportes Dondușeni, el nativo Anatolie Cordulean: „¡Déjame mostrarte algo más!”, nos insta, llevándonos al edificio de la antigua masía, transformada con el apoyo de la alcaldía, en un hermoso pabellón deportivo, con equipamiento para los entrenamientos invernales: „no permitimos que este lugar fuera destruido. Aquí vienen los equipos deportivos de Târnova, Țaul, Cernoleuca, Moșana, Dondușeni”.

El entrenador Anatolie Cordulean




No muy lejos de la tierra, un parque infantil recién instalado se eleva como un claro, de manera que, un camino rural conduce al parque con especies raras de árboles, plantados por algunos nobles hace un siglo.

Los hogares cuidadosos atraen la atención. Conocí al Sr. Serghei Ceban, técnico dental de profesión, junto con mi sobrina Anișoara, en la puerta de su casa construida en los años 1980, con enredaderas cubriendo el patio de bienvenida. „La gente del pueblo de Corbu es ahorrativa y se preocupa por su pueblo” señala y, nosotros, de acuerdo, podemos agregar la agradable impresión de ser recibidos aquí por gente buena, templada y hospitalaria.


El cuervo de la biblioteca

Con mucho gusto entré en una de las tres bibliotecas del pueblo de Corbu. Un cuervo disecado posado en la estantería. ¡Aquí está el símbolo del pueblo!


He oído hablar de la Sra. Natalia Coțofana, bibliotecaria principal, a través de campañas de promoción de la lectura, encuentros del alma y otras actividades culturales que organiza. La Sra. Natalia se mostró feliz de hablar de la colaboración con las instituciones del pueblo, con los alumnos y profesores del Gimnasio „Oleg Pupeza”, con la Escuela Vocacional, el Jardín Infantil „Andrieș” y el Ayuntamiento.


Habló con gran respeto sobre la Sra. Natalia Pupeza-Dobrovolischaia, maestra de muchas generaciones de estudiantes: „La Sra. Natalia consiste en la patrocinadora espiritual „de la biblioteca pública en el pueblo de Corbu. Fundó SMB „Historias, historias con olor a recuerdos”, escribió numerosos artículos sobre profesores y alumnos, sobre madres e hijas, flores y pájaros, el hogar de los padres, entre muchas otras cosas bonitas”.

Natalia Coțofana, bibliotecaria principal

Conoce bien los problemas de la localidad y aunque el cargo de alcalde no es fácil, hace todo lo posible para contribuir al desarrollo del pueblo. Al ser un joven alcalde, quiere contribuir a mantener el espíritu vivo del pueblo, creando condiciones favorables en la comunidad para todas las edades.

Victorin Slipenchi, el alcade

„Hay muchos problemas que hay que solucionar”, dijo el alcalde. Dependiendo de las fuentes financieras, los resolveremos uno a uno. Estamos contentos de que pronto pondremos en funcionamiento el acueducto. Planeamos hacer una nueva acera de un extremo al otro del pueblo. Aumentaremos el área del cementerio, porque no hay más plazas. Otro proyecto importante en el que estamos trabajando es la renovación del estadio.

„Disfruto de una colaboración abierta con los aldeanos. Las personas son trabajadoras, se preocupan y les agradecen sus esfuerzos para construir su futuro en casa”.


De la historia del pueblo


De los libros de historia descubrimos que el nombre inicial del pueblo de Corbu era Siliștea Andreișeni. Mediante escritura firmada, el 12 de abril de 1620, por Gaspar Voală, se entregó el asentamiento a Costea Busuioc. En 1673, la localidad fue heredada por la casera Ruxanda, sobrina de Costea Busuioc. En 1749, se construyó la primera iglesia de madera.

Entre los años de 1825 y 1853, la ciudad pasó a ser propiedad del boyardo Brăescu. Durante este tiempo, 16 familias del condado de Hotin y 59 familias de Secureni, vienen y se establecen en la zona. De Corbu, 20 familias parten hacia el valle de Ţarigradului. En 1879, en el pueblo de Corbu de Voloștea Climăuți, se fundó la Escuela Parroquial, que tenía ocho estudiantes y un maestro, Simion Davidcenco. En 1904, Corbu, un pueblo en el condado de Soroca, ubicado en un barranco del valle de Corbului, consiste en una parte de Volostea Climăuți, teniendo 222 casas, con 1119 almas.

El sobrino del boyardo Brăescu, Constantin Brăescu, nació el 21 de enero de 1873, en el pueblo de Corbu, convirtiéndose en Ministro de Guerra y Marina, el primer general de la República Democrática de Moldavia, manifestándose como un patriota del espíritu pan-rumano después del estallido en Besarabia de los eventos sociopolíticos en 1917-1918, que culminaron con la reunificación de la región, entre el Prut y el Nistru, al Reino de Rumania, formando así la Gran Rumania (1918-1940), en lo que fue el periodo entreguerras.

De los 250 hombres de la aldea, enviados al frente en la Segunda Guerra Mundial, 46 cayeron en batalla. Durante las deportaciones del verano de 1949, 97 personas fueron exiliadas al pueblo de Corbu, a Siberia. En los años 1949-1950, el koljoz se organizó en la aldea.



El kolkhoz era una forma de trabajo colectivo en la agricultura soviética y existía junto a las granjas estatales (sovkhozes). La palabra es una abreviatura de la frase "hogar colectivo".


En el kolkhoz, el miembro llamado „kolkhoz/colhoznița” (колхо́зник/колхо́зница), recibía como pago por el trabajo, una parte de los productos de la finca, correspondiente al número de días laborables. A diferencia del trabajador koljós, el trabajador sovjós recibía su salario en efectivo, no en especie. A los kolkhozers, también se les permitió poseer alrededor de media hectárea de tierra y algunos animales domésticos. Los campesinos soviéticos estaban satisfechos de haber recibido al menos el lote en uso, que les proporcionaba la mayor parte de sus ingresos.


Al principio había dos: „Biruința” y „Miciurin”. A finales de la década de 1950, los koljoses se unieron y, junto con los koljoses de la aldea de Pivniceni, formaron un hogar mixto para el cultivo y la producción de forrajes, dirigido, durante mucho tiempo, por el presidente Stanislav Maznic. Las principales ramas del hogar fueron el crecimiento y la producción de carne de vacuno, el crecimiento de la remolacha azucarera, el tabaco, el girasol, el cultivo de frutas y hortalizas, con altos índices económicos, se destacaron a menudo en la república.


El 1 de enero de 1989, 2.424 habitantes vivían en la aldea de Corbu y, el 1 de enero de 2002, 1.897 personas vivían en la aldea. Actualmente, el pueblo de Corbu, cuenta con 1.200 individuos en su efectivo poblacional, la mayoría nativos. Eso sí, en dos páginas del periódico, no caben todos los momentos maravillosos y la gente valiente del pueblo, pero dejando la ficha inconclusa, instamos a los lugareños a que envíen a 'Ziarul Nostru' las historias más interesantes de su hogar.

alfombra

casa tradicional







El articulo fue escrito por Ludmila Talmazan para el periodico Ziarul Nostru.