Teresa Morán es de España y tiene 26 años. Hizo dos años
de voluntariado en Chisinau en el Centro de Periodismo. Actualmente vive en el
Reino Unido y tiene una maestría en Periodismo Internacional en la Universidad
de Cardiff. Para la tesis de maestría decidió hacer un documental sobre las
escuelas con la enseñanza en rumano de Transnistria. Su pasión por Moldavia la
ha llevado a aprender rumano y aprender tanto como sea posible sobre nuestro
país. Teresa espera volver con nosotros lo antes posible.
¿Cómo decidiste venir a Moldavia y qué sabías de nuestro
país?
Mi primera visita a
Moldavia fue en julio de 2015 gracias a un voluntariado que hice durante un año.
Siendo sincera, no sabía casi nada del país, solo que estaba en el Este de
Europa, haciendo frontera con Rumanía… y sabía que en España hay mucha
inmigración moldava. Quizás, el hecho de no saber casi nada del país, hizo que
me sorprendiera cada detalle de este: lo pequeño y verde que es, la
gastronomía, incluyendo el vino, las diferencias culturales, etc.
¿Qué llamó tu atención sobre Chisinau, la capital de
Moldavia?
Lo que más me llamó
la atención de la ciudad fue lo verde que es. Está llena de bosques, parques y
lagos donde pasear y descansar. También me llamó la atención los trolleybuses,
pero sobre todo los minibuses. Nunca había presenciado nada igual. Son
caóticos, pero a la vez funcionan muy bien y son muy eficientes y rápidos para
llegar a cualquier punto de la ciudad. También me sorprende que la ciudad cada
vez es más moderna, pero, sin embargo, conserva muchas calles sin asfaltar,
siendo todavía una ciudad un poco rural.
¿Qué lugares visitaste?
La
Torre del Agua en Chisinau, que se encuentra junto a la Universidad. Ofrece una
de las mejores vistas de la ciudad al subir a la última planta.Además,
enfrente, se encuentra la entrada al parque de Valea Morilor, donde es
agradable pasear o descansar, incluso hay bañistas en una especie de playa
improvisada. Totalmente recomendable para observar un atardecer.
La
estación de tren de Chisinau es muy bonita y, además, justo se encuentra el
mercado de Gara donde se pueden encontrar auténticas gangas a muy buen precio.
Caminando por esas calles puedes encontrar el Hotel Cosmos, un gran ejemplo de
arquitectura soviética que forma parte de la autenticidad de la ciudad.
¿Qué piensas de la arquitectura de la ciudad? ¿Por qué
necesitaría Chisinau?
La arquitectura de la
ciudad es muy diferente en comparación con otras capitales europeas. En
Chisinau me sorprendió encontrar muchos bloques de hormigón y resquicios de la
arquitectura soviética. La ciudad
necesita que se restauren edificios del centro. En ocasiones la ciudad resulta
un poco gris, pero gracias a la cantidad de parques que posee, la convierte en
una ciudad agradable.
Eres oriundo de Madrid. Cuéntanos qué ejemplos debe tomar
Chisinau de Madrid y viceversa.
Chisinau como capital
debe mejorar el asfaltado de sus calles y acondicionar el tráfico de coches de
la ciudad. Para ello tiene que mejorar su red de transporte de trolleybuses y,
poco a poco, abandonar el sistema de microbús que se encuentra obsoleto. Madrid
debería tomar ejemplo de Chisinau por ejemplo en materia de trolleybuses y
apostar por ellos como un medio no dañino para el medio ambiente.
¿Qué te gustó aquí: comida, lugares, lugares, personas?
La gastronomía
moldava me encanta. Las verduras son fresquísimas y hay ciertos platos como la
placinta que son exquisitos. Es mi segunda vez visitando Moldavia y echaba
muchísimo de menos degustar coltunasi o clatite. La gente, salvo contadas
excepciones, es siempre amable y ayuda con una sonrisa, más cuando tratas de
hablar en la lengua local, lo cual agradecen mucho. El rumano es un idioma que
me resulta muy melodioso y que espero seguir aprendiendo en el futuro.
¿Qué cosas o lugares que te gustaron atrajeron tu
atención?
Me llama la atención
el bilingüismo de la población: la mayoría de la gente habla con fluidez tanto
la lengua oficial, el rumano, como el ruso, dos idiomas muy diferentes.
Asimismo, hay minorías ucranianas y turcas, lo que hace de Moldavia un país
culturalmente muy interesante.
Me llama la atención
también la cultura del vino que hay en el país. Desconocía que Moldavia tuviera
vinos de alta calidad y eso me ha sorprendido gratamente.
¿Te gustaría regresar a Moldavia y por qué?
Me
gustaría regresar a Moldavia porque me parece un país pequeño donde es fácil
viajar a cualquier punto. Está haciendo frontera con Rumanía y Ucrania lo cual
hace que sea muy interesante para continuar viajando. Además, es un destino
económico para los turistas.
¿Qué deberían saber
los españoles sobre Moldavia antes de venir aquí?
Que tengan cuidado
con los taxistas, sobre todo viniendo desde el Aeropuerto, ya que intentan
siempre inflar los precios viendo que eres turista. Es un país que, por
desgracia, no está del todo acostumbrado al turismo, pero poco a poco eso va
cambiando.
¿Pero recomendarías Moldavia como un destino turístico
para tus amigos españoles?
Sí, ya que los
moldavos tienen un carácter abierto y sociable, a veces de primeras un poco
frío, pero son personas muy hospitalarias. También lo recomiendo porque es un
destino económico donde es posible comer en un buen restaurante por tan solo 5
euros. Además, Moldavia dispone de buen vino, siendo posible visitar Cricova o
Milestii Mici, que constituye la bodega más grande del mundo.
Versiunea română poate fi citită aici.
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