duminică, 8 iunie 2025

Domingo Santo o Pentecostés: Creencias populares y qué no hacer en este día

Los cristianos ortodoxos de la República de Moldavia celebran hoy el Gran Domingo, también conocido como Pentecostés, una de las festividades más importantes del calendario eclesiástico. Tiene lugar 50 días después de la Pascua y simboliza la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, momento considerado el inicio de la misión de la Iglesia cristiana en el mundo.

¿Qué es Pentecostés?

Pentecostés es la fiesta que concluye el ciclo pascual y se celebra 50 días después de la Resurrección del Señor, razón por la cual también se le conoce como Pentecostés, según informa la enciclopedia virtual Británica. Pentecostés celebra la venida del Espíritu Santo, anunciada por el propio Jesucristo en la Última Cena: «Les digo la verdad: Les conviene que me vaya. Porque si no me voy, el Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, les enviaré». En el calendario ortodoxo, Pentecostés se celebra siempre el octavo domingo después de Pascua, por lo que también se le llama Gran Domingo, siendo un día muy importante para los cristianos ortodoxos de todo el mundo.

Según los ritos cristianos orientales, la fiesta de Pentecostés marca el inicio de la misión de la Iglesia cristiana en el mundo, pues en este día, esta institución divino-humana, fundada invisiblemente con el sacrificio del Salvador en la cruz, se manifestó de forma visible. La palabra rumana «Pentecostés» proviene del latín «Rosalia», derivado del término griego ρουσάλια, que también se encuentra en el eslavo «Rusalija», y simboliza la fiesta de las rosas.

En la tradición bizantina, a Pentecostés le sigue el Lunes del Espíritu Santo (Lunes de Pentecostés), cuando la Iglesia Ortodoxa celebra la Santísima Trinidad. La duración de esta celebración varía según la región: en Moldavia y Transilvania dura tres días, en Valaquia y Oltenia siete, y en el Banato ocho.


¿Cuándo surgió la celebración de Pentecostés?

El Padre Profesor Ene Braniște menciona en la Liturgia General que Pentecostés es la celebración cristiana más antigua, junto con la Pascua, celebrándose desde la época de los Santos Apóstoles. En los primeros siglos del cristianismo, la fiesta de Pentecostés era una doble celebración: la de la Venida del Espíritu Santo y la de la Ascensión de Cristo. Alrededor del año 400, ambas celebraciones se separaron. Esta celebración se menciona en el canon 20 del Primer Concilio Ecuménico de Nicea, en el año 325, según informa crestinortodox.ro.

Si por obra del Espíritu Santo, Dios Hijo descendió del cielo y se encarnó, es también a través del Espíritu Santo que se nos imparte la vida divina y humana de Cristo. La Venida del Espíritu Santo es el acto de transmitir la obra salvífica de Cristo, desde su humanidad, a los hombres. Así, la Iglesia se constituye por esta extensión de la vida de Cristo en nosotros. Considerando que por medio del Espíritu participamos de Cristo, en la Iglesia Ortodoxa los servicios sagrados comienzan con la oración dirigida al Espíritu Santo: «Rey Celestial, Consolador, Espíritu de Verdad, que estás en todas partes y todo lo cumples; Tesoro de bienes y Dador de vida, ven a morar en nosotros, límpianos de toda impureza y salva, oh Bendito, nuestras almas».


Bendición de las Ramas de Tilo y Nogal

Con motivo de la festividad de Pentecostés, en todas las iglesias se leen siete oraciones para bendecir las ramas verdes de tilo y nogal, que simbolizan los ricos dones del Espíritu Santo. La costumbre de bendecir las ramas se encuentra no solo en nuestra Iglesia, sino también en Jerusalén, Constantinopla y Damasco. Estas ramas se distribuyen a los fieles como símbolo de las lenguas de fuego a través de las cuales la gracia del Espíritu Santo obra en los discípulos de Cristo, enviados por Él para proclamar su Evangelio en todos los idiomas del mundo, según Doxologia.ro. Según el relato de los “Hechos de los Apóstoles” 2:1-4 (el quinto libro del Nuevo Testamento), el día de la fiesta judía de Pentecostés, “los apóstoles estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente, vino del cielo un estruendo como el de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.

Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, conforme el Espíritu les daba que hablasen”. Impresionado por esta extraordinaria revelación, el apóstol Pedro pronunció un sermón que conmovió profundamente a los presentes, y como resultado, aproximadamente 3.000 personas decidieron bautizarse. Este momento marcó la formación de la primera comunidad cristiana en Jerusalén, el núcleo de la Iglesia posterior, razón por la cual la fiesta de Pentecostés se considera el nacimiento de la Iglesia cristiana.


Creencias populares relacionadas con Pentecostés

En el folclore rumano, Pentecostés se percibe como seres sobrenaturales con rasgos malignos, similares a los elfos. Se dice que, tras abandonar sus tumbas el Jueves Santo para participar en la celebración de la Pascua con los vivos, las almas de los muertos recorren el cielo desde el día conocido como el "Stratul de Pentecost" (miércoles, 25.º día después de Pascua) y traen desgracias a quienes no las honran debidamente. Según la creencia popular, quienes las ignoran pueden ser alcanzados por terribles castigos y sufrir desfiguraciones, trastornos mentales o incluso parálisis.

Las Fiestas de Verano, que se celebran el sábado anterior a Pentecostés, representan uno de los momentos más importantes dedicados a honrar a los difuntos. Así, las almas de los muertos, que abandonaron sus tumbas el Jueves Santo y vagaron libremente durante 50 días, regresan al más allá ese día, según informa el sitio web crestinortodox.ro. Para que su regreso fuera pacífico y sin disturbios, la gente organizaba rituales de reconciliación y de espíritus, adornaba casas y cementerios con ramas de tilo y preparaba generosas limosnas.

Estas costumbres aún se observan hoy en día en los pueblos de Bucovina. Arrodillarse durante los servicios religiosos, a menudo acompañado de postraciones, es un gesto de honrar a Dios, expresando profundo respeto, humildad y sumisión del alma ante Él. Según el Canon 20 del Primer Concilio Ecuménico, celebrado en Nicea en el año 325, está prohibido arrodillarse el día de Pentecostés, según Doxologia.ro.

“Dado que algunos se arrodillan los domingos y desde Pascua hasta Pentecostés, para que todo se observe de la misma manera en cada parroquia (diócesis), el Santo Sínodo consideró que las oraciones deben ofrecerse a Dios de pie”. De hecho, este canon recomienda evitar arrodillarse cualquier domingo, tanto en la iglesia como en casa, pero sin considerar este gesto un pecado. Antiguamente, este período se dedicaba al bautismo de los catecúmenos, personas que deseaban convertirse al cristianismo pero provenían de otros ritos. En el contexto de estos rituales de iniciación, tanto el ayuno como el arrodillarse estaban prohibidos en aquella época.


Costumbres y tradiciones de Pentecostés

En algunas regiones, las mujeres recurren a hechizos especiales para alejar la influencia maligna de los iles, mientras que las puertas y ventanas de las casas se ungen con ajo para proteger el hogar de la mala suerte y las fuerzas del mal durante todo el año. Al mismo tiempo, en otras zonas del país, para ahuyentar a los malos espíritus, se practican rituales ruidosos, acompañados de golpes de ramas de tilo en el suelo o las paredes.

Las mujeres también preparan un ungüento especial con ingredientes tradicionales con el que ungen las ubres de las vacas para aumentar la producción de leche. En algunas regiones, existe la costumbre de llevar consigo plantas con poderes protectores, como el levístico, el ajo o el ajenjo. Se cree que estos mantienen a raya a los malos espíritus y ofrecen protección contra la influencia de los iles, esos seres sobrenaturales caprichosos y vengativos que pueden "llevar" a los desafortunados en Pentecostés, causándoles sufrimiento o incluso enfermedad. En Transilvania, existe una antigua costumbre llamada "regar a las esposas", que consiste en rociar a las mujeres con agua para mantenerlas sanas y hermosas todo el año. La danza del căluşari es una costumbre que se encuentra especialmente en el sur del país, donde se cree que puede curar los males causados ​​en Pentecostés.

Los mejores bailarines del pueblo se reúnen para formar una banda de 13 căluşari y juran que durante un mes bailarán el ritual "Căluş". Durante la ceremonia de curación, la persona enferma se coloca directamente en el suelo y los căluşari comienzan a bailar a su alrededor. En un momento dado, cada călușari salta sobre la persona que sufre y, al final, uno de ellos le susurra al oído un deseo de recuperación, informa Creștinortodox.ro. La creencia de que si el clima acompaña el día de Pentecostés, el verano será fructífero y abundante también proviene de la tradición popular.


Qué no hacer en Pentecostés

Según creencias antiguas, en Pentecostés no es recomendable trabajar, ir al campo ni construir o reparar casas, ya que se cree que atraerá la ira de los malos espíritus. Tampoco es recomendable dormir al aire libre para evitar ser perseguido por espíritus malignos, ni adentrarse en el bosque. Es importante evitar peleas y tensiones en este día. La tradición popular dice que los espíritus errantes que deambulan en estos días se alimentan de energías negativas, y los conflictos en la familia o la comunidad pueden atraer la mala suerte. Por lo tanto, esta festividad se considera un momento adecuado para la reconciliación con quienes nos rodean, la paz mental y la convivencia pacífica, y se considera que los gestos de perdón traen bien.

Otra creencia popular afirma que, en Pentecostés, está prohibido trepar a los árboles o subir a lugares altos, y que también se deben evitar los viajes largos fuera de casa para evitar la presencia de espíritus errantes. En la época bizantina, para preservar la santidad de la festividad de Pentecostés, se prohibían los espectáculos públicos, ya fueran en teatros o circos, o cualquier otra manifestación considerada indecente.

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